Bueno, este no es un post normal. Tenía pensado dedicar la tarde de hoy a recopilar las entradas en las que hemos nombrado a Wardog, y a su blog, con el que tantas y tantas horas nos hemos reído. Pensaba contaros un sentimiento extraño que tuve cuando leí que cerraba el blog, y encima vi que había quitado todos los post. Era como si alguien cercano, al que comprendía, y que, además, lograba arrancarme una sonrisa se hubiese marchado de mi lado… bueno, de mi pantalla.
Pero entonces, aparece chuchi, manda a Wardog a dormir a la bañera (descubriendo un nuevo uso para estas), y escudándose en las muestras de cariño que le dejamos muchos en los comentarios de su post de despedida, esa persona cercana que nos arranca una sonrisa vuelve.
Es algo que he leído en varias ocasiones. No se si llegará a ocurrir aquí (espero que no), pero lo cierto es que un blog creo que no hay que dejar de tomárselo como lo que es para uno mismo. Para mi es un rinconcito personal en el que contar las locuras que sufro a diario (o así me lo plantee en un principio), y de paso reflexionar sobre algunos temas que me resultan, cuando menos, interesantes (descubierto con el paso del tiempo).
En definitiva, que esto ha pasado de ser un post de despedida y homenaje a un compañero sufridor de lusers (fue en el blog de Wardog donde leí por primera vez este termino), a ser un post para mostrar mi alegría por que este compañero ha decidido seguir contándonos sus aventuras. Gracias Wardog.
jueves, 17 de enero de 2008
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